Los insectos del suelo pueden condicionar fuertemente la próxima campaña gruesa

El monitoreo temprano del complejo de insectos del suelo es fundamental para lograr el éxito en la implantación de cultivos como maíz o girasol, donde la pérdida de plantas genera importantes pérdidas en su rendimiento.

Luego de las precipitaciones ocurridas en los últimos días del mes de agosto y principios de septiembre, en amplias zonas del área agrícola nacional se dio comienzo a la siembra de maíz y girasol. Dada la arquitectura de implantación de estos cultivos, los mismos son dependientes de la densidad de las plantas logradas y en este sentido, los insectos de suelo, como la oruga cortadora y la chinche de los cuernos, son los principales reductores de este factor, haciendo que el cultivo pierda densidad, sanidad y vigor.

Si bien las precipitaciones que permiten comenzar la siembra de maíz temprano y girasol se han activado en los últimos días, un año con pronósticos climáticos favorables como este, permite realizar siembras tempranas de estos cultivos, trabajando con alto número de plantas por hectárea. Y este potencial, debe ser cuidado desde el momento de la siembra, dado los altos costos que implica la siembra de cultivos como los mencionados anteriormente. Como ejemplo podemos citar que si a un cultivo de maíz donde planificamos cinco plantas al metro, perdemos una en promedio debido a la acción de insectos del suelo, perdemos en realidad el veinte porciento del potencial de rendimiento. Esto resulta ser un costo demasiado alto, si se compara con la inversión necesaria para la aplicación de insecticidas preventivos.

En este contexto, resulta de vital importancia el cuidado y la protección del cultivo respecto al complejo de insectos de suelo el que se encuentra formado por larvas de coleópteros, lepidópteros y chinches como la de los cuernos, ya que son altamente nocivos para el crecimiento y desarrollo de cada una de las plantas y pueden producir una merma considerable en el rendimiento de la cosecha, tanto en su cantidad como en su calidad.

Para combatir este problema, FMC cuenta con Mustang, un insecticida compuesto de Zetametrina EW, específico para el control de insectos de suelo. Mustang es el único producto en el mercado registrado para chinches de los cuernos y resulta una herramienta fundamental para evitar el gran impacto negativo de estos insectos en los cultivos. El portfolio de la empresa también cuenta con Archer Plus, un piretroide micro encapsulado de última generación, que actúa por contacto y posee registro para orugas cortadoras.

FMC es una compañía internacional de ciencias del agro, dedicada al desarrollo tecnológico y a la innovación en protección de cultivos, con presencia en más de 40 países y 130 años de trayectoria. Actualmente, se posiciona a nivel mundial como la 5° compañía de defensivos agrícolas y la 1° empresa química dedicada exclusivamente a la protección de cultivos. Con un portfolio altamente innovador, cuenta con 22 centros de Investigación y Desarrollo en todo el mundo y trabaja diariamente para llevar soluciones al campo y estar más cerca de los productores. FMC Argentina posee oficinas en la Ciudad de Buenos Aires y lidera la actividad en la región del Cono Sur, que comprende además a Chile, Uruguay, Paraguay y Bolivia.