Coinoculación de soja: un logro significativo en la industria del tratamiento de semillas

Esta innovadora y práctica solución ofrece beneficios tanto para los productores como para el cuidado del ambiente y permite impulsar la productividad y la sostenibilidad agrícola.

En la actualidad, los beneficios de la inoculación de las leguminosas con bacterias fijadoras de nitrógeno son indiscutibles. El impacto positivo está dado por un aumento en la disponibilidad de nitrógeno otorgado por las bacterias asociadas al cultivo, generalmente de un único género de microorganismos, ¿qué pasaría si se agregaran más?

La novedad en este campo se presenta con la posibilidad de utilizar coinoculantes, una práctica que consiste en la aplicación simultánea de dos, o más, géneros de microorganismos sobre las semillas de soja antes de la siembra, siendo estos capaces de contribuir activamente a un mejor desarrollo vegetal como consecuencia de la sinergia generada y de la complementación de sus distintos mecanismos de acción. Sin embargo, cada microorganismo tiene su requerimiento nutricional específico y el desafío para las industrias de bioinsumos es poder combinarlas en un mismo producto.

Dentro de las prácticas de coinoculación en soja, la más recomendada y con importante respaldo científico, es la combinación de los géneros Bradyrhizobium y Azospirillum. Esta unión de microorganismos potencia los beneficios de ambos, promoviendo el desarrollo de raíces más robustas en el cultivo y actuando como promotor de crecimiento vegetal. Como resultado, las plantas pueden captar más nitrógeno del aire y extremar la captación de nutrientes y agua del suelo lo que mejora significativamente su crecimiento y tolerancia al estrés y como consecuencia, se traduce en mayor rendimiento por hectárea.

Recientemente, la empresa danesa Novozymes lanzó al mercado Optimize 200 DUO, el primer coinoculante de aplicación industrial. Se trata de una formulación única que combina en un mismo producto bacterias de los géneros Bradyrhizobium y Azospirillum. Esta formulación única, permite el tratamiento anticipado de semillas de soja y la recuperación desde semilla de ambos microorganismos viables durante 90 días, con una reducción de la dosis utilizada hasta en un 40%, lo que otorga además, un excelente comportamiento en máquina y la optimización del tratamiento profesional de semillas.

La Dra. Gisela Santella, Gerente de Investigación de Novozymes asegura: “En nuestro país, los resultados de los ensayos realizados durante las últimas 3 campañas arrojan en promedio un incremento del rendimiento del 11%. Esto se explica por la mejor implantación y crecimiento de las plantas en el cultivo tratado, que evidencia un mayor desarrollo radicular, lo que maximiza la captación de nutrientes y la tolerancia al estrés”. Asimismo, agrega: “Se espera que los productores adopten rápidamente esta técnica, tal como ocurre en el mercado de Brasil, donde en la última campaña el 35% de la superficie sembrada se realiza con semilla coinoculada”.

En resumen, la formulación de un único producto de aplicación anticipada que permita la coinoculación de soja con Bradyrhizobium y Azospirillum se destaca como un logro significativo en la industria del tratamiento de semillas, impulsando la sostenibilidad y la productividad en el sector. Su efectividad ha sido respaldada por estudios científicos y su reciente lanzamiento al mercado genera expectativa en la comunidad agrícola. Con sus beneficios comprobados, esta práctica tiene el potencial de incrementar el rendimiento produciendo de forma sostenible.