A través de los Stiners, su canal de distribución, Stine busca llegar con toda la información técnica para que se capitalice el potencial genético de sus híbridos de maíz.
Tras un año en el que el maíz ha sufrido altibajos debido a la presencia de plagas, comienza a planificarse la próxima campaña, momento en el cual la elección de los híbridos resulta fundamental.
Como estrategia, Stine suma a la calidad de sus materiales, la cercanía con el productor, ya que considera que “la mitad del partido se gana con la genética. La otra es cómo se llega al productor y ahí entra en juego el distribuidor”, comentó Manuel Bavio, gerente comercial de maíz del semillero.
Destacó que “nuestro canal de distribución -los Stiners- son el brazo fuerte del rinde y son quienes llegan al usuario final. Se trata de un canal exclusivo con el que tratamos de diferenciarnos también en la manera de acercarnos al cliente con nuestra propuesta, además del trabajo de marketing, de generación de demanda y de información”, explicó.
Bavio explicó que “somos líderes en genética, pero no dejamos de ser una empresa con una impronta familiar muy fuerte. El trato personalizado que buscamos tener con el productor es algo que nos diferencia también, ya que tratamos de ser disruptivos en ello”. De allí que se enfatice en profundizar ese vínculo personalizado, de forma tal de llegar con toda la información y poder resolver dudas.
“Para la próxima campaña tenemos para ofrecer muy buenos híbridos, en las tres familias de materiales: las bestias, los petisos y los cortos” recalcó el gerente, quien agregó que ello permite darles muchas más herramientas a los productores de las distintas zonas del país.
El programa de investigación en maíz lo lidera Daniel Novoa, un referente que trabajó muchos años en el sector. “El éxito que estamos teniendo desde el punto de vista de la genética proviene de su trabajo. Usamos líneas americanas para cruzarlas con líneas locales” para poder enfrentar exitosamente a las problemáticas ambientales de Argentina.
Presentaciones
Entre las fortalezas que ofrece Stine para la próxima campaña se mencionó al ST 9741vip3 y al lanzamiento del ST 9736vip3 CL, material resistente a herbicidas de la familia de las Imidazolinonas, lo que provee una herramienta mas en el control de malezas.
Su nomenclatura comienza en el dígito 9, el cual nos indica que es maiz. El segundo dígito se refiere a la madurez relativa, indicando que, el 7, por ejemplo, se refiere a los materiales más precoces, es decir de la familia de los cortos.
Otra presentación -entre las “bestias”- es el ST 9939vip3, cuyo segundo 9 marca una madurez relativa de 119 en adelante. “Es para el productor que busca ciclo completo, con siembra temprana” dijo Bavio y lo posicionó en el norte de Buenos Aires, centro-sur de Santa Fe, este de Córdoba. Fue probado en distintas redes y ha logrado un gran posicionamiento. “Estamos muy conformes con ese material y es nuestra primera campaña con un volumen interesante de semilla para ofrecer”, acotó el Ing. Bavio.
La chicharrita
Al momento de analizar el comportamiento frente a chicharrita, el profesional comentó que “no hay ningún material que sea resistente. Hay algunos que han mostrado con mayor nivel de tolerancia, o sea que han soportado mejor los complejos de bacterias y virus que transmite la plaga”.
Los híbridos de Stine mostraron que “tienen mejor comportamiento que otros, con muy buena tolerancia. Dentro de la familia de los petisos, el ST 9820Vip3, está entre los materiales que tienen mejor Comportamiento”. Dicho material se recomienda “para siembras de segunda o tardías. Está posicionado para el norte de Córdoba, pero lo sembramos incluso en algunas localidades de Santiago del Estero, con buenos resultados”.
En tanto, el ST 9741vip3 es “el Rey del Sur” y está dando que hablar, al ser un material de muy alto potencial. Lo acompañan en la región el ST 9734vip3 y el mencionado lanzamiento, el ST 9736vip3 CL.